En el País Vasco, desde la Edad Media, de acuerdo con los Fueros que regían el territorio, cada pueblo tenía la facultad y la obligación de organizarse militarmente, formando parte de sus milicias forales todos los varones en edades comprendidas entre los 18 y los 60 años.
Desde su inicio, las Villas guipuzcoanas formaban sus propias Compañías siendo su máximo responsable el alcalde como “Capitán a Guerra”. Éstas eran a su vez coordinadas desde la Diputación, que formaba la “Diputación a Guerra” y elegía como jefe nato de todas ellas al “Coronel de la Provincia”.
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